Mitos

El mito de la realidad, o dejarnos mentir por uno mismo, en cada sitio en cada situación, encrucijada o parada de autobús y nos preguntamos si es será el nuestro, pese a saber que faltan más de 20 minutos y a la vez la ilusión nos juega malas pasadas adrede, nosotros mismos a traición intentamos ponernos el sombrero y el chaleco de descubridores de tesoros recónditos y nos lanzamos sobre el conductor bajo la pregunta – ¿ Verdad que sera el amable caballero que me acompañara en mis aventuras, como Watson a Sherlock , o un niño chino a Indiana Jones ?-, y siempre nos mira con peor cara que un Buldog belga con acento auténtico ?

-Pero oiga para que sirve el numerito de delante, y las APP´s donde vendrá el próximo autobús, y hágame el favor que me desordena la cola y la altera-, bueno esto si no venían detrás carritos con bebitos, o bebitos con carritos .

siempre hay quien aguanta con templanza hasta el último momento, sabiendo que este no le llevará a su destino, pero en cuanto los horarios fallan uno no se amedrenta y es capaz de .bordar incluso carri-coches con ruedas, por otro lado también he visto niños montados en carritos del supermercado preguntándose si algún día les llevaría al hogar.

Ahora en la costumbre recién adquirida  de ir a casa andando como un dominguero cualquiera de esosque practican senderismo, veo pasar los autoslocosbuseros y me cuestiono si tienen ruta fija o simplemente por descargarte cruzan las calles una por una  al tun tun , hasta encontrar algun desesperado, que crea que se merece la ayuda de esta prolongación del equipo A, con los mismos olores de una furgoneta de feria a la 07:45 de la mañana después de preparar porras, churros, patatines ( con ese ketcup, cebolla, pimiento, salsas y mierdas varias ), no he visto más restos de comida que en un trolebus al amanecer, después de una jornada festiva o en San Fermines

que al fin y al cabo tienen que dispersar los restos incluidos los humanos, trolebuses parecidos y agua a presión como si de una manifestación chilena de los 70 se tratara ( Creo que esa época cogui  aversión al futbol ).

Ahora camino, y paso a paso, letra a letra, las paredes una a una, una manía que adquirí de joven, y nunca me cuadraban ni los números ( el tintineo de las monedas), ni formas de las lineas , siguen sin hacerlo, pero de vez en cuando me encuentro una atracción cualquiera y dejo que me transporte hasta la última estación, esparcida de descampados, hermosas urbanizaciones, multicines e incluso algo que a lo lejos creí mi primer hogar ( que no casa ) , fue raro si no hubiera sido por que igual no es lo mismo, pero ni siquiera se acerca, aún así paseaba por una imagen igual que tu, la misma sonrisa que tu, las mismas manías.

Me sente a tomar café , y espié , como no se hacer, se que no eras tu pero lo eras. Me había levantado temprano, para verte marchar , para verte ir, dejar una carta en tu buzón , espero que de algo te sirva en algún momento, ahora que nadie me ve.