Lujo

La barba crecía de una manera demencial, cada día tenia más densa y poblada , conocía gente loable que presumía de este apéndice de su cara con todo tipo de lujos y palabras rimbombantes si la calvicie rondaba por su cabeza. De repente su bello facial daba la vuelta  y se transformaba  no en una prenda de abrigo si no en un estilo de vida, cada uno a su manera, consiguiendo lucirse por las calles o vecindarios, con pulcritud, habiendo quien los decore con lacitos, como si fueran un perrito Yorkshire, o algunas miguitas de la tapa más sabrosa del bar de moda underground, o las caricias de la novia también vestida a la moda.

Sirven para camuflarse entre lo mejorcito de esta sociedad, que representa y resalta a lo peorcito, y decora bares nocturnas que más tardes dan paso a piano bares, afters, o discos con suerte, si no es a cubículos a cubículos con puertas cerradas y ventanas tapiadas, que por sus luces ultravioletas se suponen lo más, aunque lo único que por allí pueden delatar es material de ADN ( acido desoxribonucleico)de más.  Nos decían en el cole, ahora en la tele»mira mira que aquí han estado los malos malos de verdad».

Lo mejor de una barba mal cuidada es la ramificación del tema que estamos tratando, profundo, serio, a tener en cuenta, digno de una tesina a la par que embriagador, es la confusión con ilusos personajes como el argentino Esnesto Guevara de la Serna, lo cual, no es malo, más allá de ideas políticas, excepto si uno se encuentra de picnic conyugal y le asaltan unos pequeños combatientes sean del lado que sea, mientras uno esta con postura de tortolito mano en flor y otra en bocadillo, haber como explica uno que están intentando atrapar a un fantasma, mientras la novia mira fijo y frunce el ceño ( me da que hoy no, pero de no, que no ). Unamuno,Valle-Inclan, Baroja, si muy buenos escritores pero ha decir verdad debían dejar poca propina al barbero y este pagaba realizando pequeñas escabechina y trasquilones al gusto. Como novia que se escapaba al servio militar por eso de saber a quien llorar

  convertir en arce , o fabricar finales con los que pintar cuadros paisajísticos o al mismo novio/a que llegaría a cabo con cara de payaso.

Incluso tenía un tío en Valladolid que hizo la promesa de no contárselo nunca hasta que se cumpliera, y aunque medio pueblo lo arengaba, tozudo, se negaba. Era capaz de cualquier tipo de triquiñuela con tal de salirse con la suya, hasta que pasado un tiempo y un par de elecciones, entro en la iglesia del pueblo dando saltos y bailando una sardana con la Virgen más cercana ( imagen , claro ), hasta que una feligresa con el ojo a medio guiñar se dio cuenta que ni promesas a Santos ni a ninguna divinidad, era más rojo que la sangre del mismísimo Cristo, y lo que lucia era el mismisimo semblante que Rasputín. Si en un principio se pensó en exortizar, o al menos en calmarle a base de medicamentos. Imposible una buena barba y un corazón convencido valen mucho más, y mi tio quitandose es abrigo debajo del cual calzaba un traje de lagarterana, no pudo más que abrazar a los parientes más queridos, con el tiempo lo recuerdo con más humanidad, aun así no se el motivo de tan impetuoso baile. A mi en el fondo me da igual, pero al poco tiempo en el pueblo todo el mundo llevaba el tan querido apéndice y los llamaban «hipsters» , «indies» las vecinas nos preparaban cachopos e incluso intercambiaban vinilos con nosotros, la música de los 30´s  puede ser muy variada dependiendo del país y la del 10´s dependiendo del siglo, incluso la escuchábamos al revés invocando deidades con nuestros abuelos mientras Jesucristo y la Magdalena bailaban al ritmo que se impusiese si piedad en la pista. Más vivos que nunca.