Turba
La medicación no dejaba de correr de un lado a otro, como si no importara en si lo que se administrara si no la rapidez con la que se lo inyectaba, o se lo hacia consumir oralmente, como si multiplicara su efecto, si no terapéuticos por lo menos el placebo, de ver a alguien a alguien preocupado de esa manera.
Tal vez no seria lo mejor para mi salud, pero tire de cada uno de mis cables que tenía sobre mi cuerpo ( agradecí en esos momentos que ninguno de ellos estuviera conectado directamente a mis genitales ). Me sentí de repente como Austin A70 viejo al que limpiaran cuidadosamente cada una de sus piezas y volviera a rugir por las carreteras, viejo, no, antiguo y con experiencia.
Tarde o temprano una fuera superior me quedaría a medio gas en cualquier carretera y ese día llegaría, pero no llamarían a la grúa, estas se pegarían por llevarme al desguace y volverían a desmontarme como lo estaba hace un cuarto de hora.
Hay días, horas o años en los como se quiera decir que era imposible sentir esa conexión, el tiempo aturrullandose de tal forma que parecía lo mismo un segundo que un año, lo único que merecía la pena era el tiempo que podía estar al lado de aquellas personas con las que tenia algo parecido a una promesa ( y para ser parecido nos lo tomábamos muy en serio ) .
No nos veíamos, era imposible casi todos pasábamos tanto tiempo en los hospitales como despiertos, e intentando argucias para coincidir. Tarde o temprano alguna daba sus frutos y podíamos disfrutar de ese ratito juntos, un café , una idea, unas risa e incluso una tropelía. No se preocupen si caemos derruidos paga la S.S.( la que estén pensando nos da igual, vamos a terminar tumbados siendo base de experimentos ).
Hay días de diferentes colores, y diferentes notas. Audrey Hepburn decía que tenia días rojos cuando le venían esos recuerdos que la ahogaban y la seguian de forma personal.
Desgraciadamente nosotros descubrimos una paleta de colores demasiado amplia, y cada uno de ellos tenía una sorpresa, no siempre desagradable, pero con la costumbre de morderte los pies y quedarse encangrenados en la garganta, hasta que sentíamos dolor o al menos rabia. Hubiera preferido verles, ,me decían verle sin brazos , manos , un dedo, costillas, desiertos que rotos como muñecas con piezas de quita y pon. Piezas desmoronadas a mis propios pies, sin que exista solución. Mataratas de casino.
Y ni quiera lo valían, frente a cristales partidos que se reflejan en espejos oscuros devaluados en acusaciones e interrogatorios
Lo vi pasar cerca de mi, en la calle , sin decir ninguna palabra cuando lo salude no fui muy efusivo, lo reconozco, pero pensé que al menos me devolveria una sonrisa, un gesto amable , algo que me indicara que me seguía reconociendo, que no faltaría a la cita semi-clandestina. Mirame por favor, que no crean que con los años pueden convertirnos, en los trozos de carne sin alma en los que tanto tiempo llevan intentado mudarnos la piel. Como un fotógrafo mentiroso que quiere sacarle algo a una incipiente modelo, que fracasara sin remedio me repetía sin remedio me repetia a mi mismo, dame algo: una sonrisa, una paseo con la mirada, un simple gesto, un levantar de cejas, lo que sea que demuestre lo que eras y sigues siendo. Nada, todo perdido , soy yo el que se queda en blanco, al que se le seca la boca a la primera, que ablanda su postura a la primera, no me dice mi cuerpo y aún así quiero. Nada se arregla. Daño colateral lo llamaron .
Se equivocaron de tipo. A nadie le interesa el pasado. Hoy han pagado el periódico para verlo, me niego a no levantar el dedo, y a negar el no conocerlo. Terry O´neill. Si se equivocan. ¿ Quien arregla esto?, ¿quien se preocupa ?. Mañana he de madrugar, mejor me acuesto.
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