Horas sueltas
Me han encargado tu vida , escribir todos los nombres con lo que te recordaban, en cada barrio, y más a la corta en cada bar, en cada agujero de tapa blanda, esos W.C. en los que te sentabas ya fuera para cometer delitos , o para hacer el amor al diccionario por detrás y por delante, en las tapas duras de las cloacas por las que sube la brisa infectada de calambres, heces, mitos de manzanas, sabanas mal usadas, tus ojos que no saben mirar.
Exposiciones lingüísticas, tardes y avenidas, siempre es tarde cuando te pierdes en ellas y buscas justificarte en otras veredas diferentes , habiendo dejado otras desiertas, otras en las que jamas cumples condena. Se finjan carteles con tu cara, hasta que encontrarte valga menos que los clavos que tu vida ya reseca
Ando descalzo de esparto viejo y dejar que el cuero en mi espalda se despidiera. Dijera mis apellidos compuestos letra a letra, al unísono con el vocério que prefiere verme dentro de un circo romano donde elegir bestia solo pudiera, ahora sabandija, hienas de sucios dientes, leonas sin hambre, que se entretienen en matar, que por ver morir tan solo fuera.
Puede que me merezca el castigo, por eso me pongo el reloj en hora, con un poco de mala suerte, tal vez coincide con la de un país emergente al que sacarle algunas monedas,cambio para el transeúnte, justo lo necesario para la semana en Nueva-Hambre sin plenitud, creo que ese era su nombre, antes de la última guerra civil, el de hoy Rio sangre muerta, cotiza más mi risa, que toda su vergüenza.
Llamadas a cobro revertido, en una casa de apuestas, comentando la última jugada, le propongo mi dilema, pero ya me sabe después de tantos divorcios, bodas, comuniones y años, lo único que queda para mi son billetes usado, un nuevo D.N.I, la posibilidad de moneda extranjera. Nunca me mira a los ojos, se de sobra que me odia igual que lo que proviene de mi, lo que toco, mis ideas , lo asumo, incluso lo que dejara encima de la mesa con fines éticos, sociales o morales. Lo más probable es que supiera es fueran fotocopias mis monedas, como las sonrisas de mi nieta, fabricada en mesas de poker, en noches insípidas, para favor de camareras que no les queda mas remedio que creer en Dios y por supuesto en Mi.
Las manos rotas de tanto golpear la mesa después de hacer de dentista del penúltimo «Tamariz», el genio de las finanzas, aquel tan recomendado venia, no hay problema, nunca se equivoca. Pero yo si, y para esto esta. Esta es la bienvenida, el desayuno. Nos queremos todos aquí. Esta es la divina gracia. La santa trinidad por venir. El milagro de nacer. Por no equivocarte. Por saber por donde venir. Es mejor que esperes a que te llamen. Hoy tuvistes tus tres regalos: Incesto ( no se lo cuentes a mami ), Dientes de oro ( sentimos no dejarte masticar, de parte de la pandilla), y te dejamos para Mirar (Besitos Bebito, tal vez tan solo tal vez, hoy no es tu día) . Te dije que esperaras tu turno , ahora Mister contable te vamos a necesitar, tenemos uno que quiere la baja temporal, dice que se golpeo no sabe como. ¿Conoces las escalerillas?. Ves como es mejor esperar?, Papito.