Libre
Se me aparta del destino, y llego tarde, acepto tus consejos, los de entonces. Cuando creía saber más que ahora o por lo menos aprender más rápido. Seguramente fuera así. Lo mejor de todo permaneciamos juntos, te veia a diario, lo único que conservo, y a lo que daba tanto valor en este mismo momento que antes. Podría decir que las camas que absorben las ventanas del vencindario, me tiñen las palabras o las formas de tratar los escalones que separan los sueños de las realidades.
Aún así vivo de poesías, de limites insospechados, de todo aquello que se olvida. Tras una trampilla, bajo a rescatar todo lo que a golpes se olvidaron , de desayuno diario. Me convenciste de nada, y vuelve. Acerte al hacer mi camino, de momentos fugaces, atados uno a uno, que no se fueran, como collares de abalorios. Diferentes hasta que la singularidad consiguiera cansarles, a veces dormido, cayendo en cualquier palabra repetida hasta la saciedad consiguiendo que me olvide de parada, y que las citas no concuerden. Tener que llamar desde cualquier teléfono prestado para decir-no me esperéis, no llego-.
Hacer de mis planes un concierto inesperado, como una guerra salvaje de flores, una exposición fotográfica, nada que no remedie un merienda con cualquier desconocida , que escriba cartas a un extraño, al que persiga durante años , o acabe de empezar hace horas. Adivinar en tu rostro si hay risa o llanto,invitarte a mi lado y reírnos de todo aquello que nos separa de la próxima comida frugal. Importante conversación con mi narrador del PC, Laura mandame por favor una patrulla de conexion-desconexión.
Otros días empiezan raudos, llegamos antes de que dejes de soñar, te bajamos las estrellas para que con ellas juegues, me termino mi comic astral y tu carta a los reyes magos, nunca te olvides de incluir entre tu y yo un rato. Hice chocolate caliente, a los pies de tu cama lo llevo, a veces,sin querer a tu trabajo. Simplemente un vaso cerrado, escondido, un poco de café, a ratos un escarabajo, letras de canciones malditas, que a tus ojos parecen grandes sueños. Amigos de los que no se ven, y cuando cuadran los relojes, se asustan los ríos, que saben de sobra que son capaces de surcarles, incluso con la mar brava, y los ojos cerrados. Te pido un deseo, hace horas que estalla en mi mano, entre luces no te olvides, cuando entremos solos de leerme, los mismos versos, los mismos planetas. Aquellas luces que a lo lejos significan algo, tan solo, para nosotros.
Si vuelves permiteme permiteme que te presente a «ya lo sabia» con la boca cerrada, siempre que alguien pregunta, por que hay un asiento de sobra y se me sonríe el tiempo, y la luz aún no marchita, se que sigue el cuento, » calcule bien » , por cumplir. Cuando quieras ven, sigo contando contigo, so no quieres llamar, y llamar cuando no quieras, no hay que fingir. Sigue caliente la llama.
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