Agua en el aire acondicionado
Se quedara toda la noche, sin darle importancia, me acuerdo algunas de ellas y, bajo apagarlas, o simplemente a cambiarlas la intensidad . Luces de la más alta tecnología, que alumbran al alba hasta que termina por salir. Mis iluminarias, se encuentran a la espera que ocurra algo para dar el pistoletazo de salida, suele pasar todas las noches, no pregunta, ni hace ajustes de cuentas. Tampoco añade párrafos a las frases que se quedan sin ningún tipo de contenido. Hay quien boca abajo termina pensando que sus frases recuperaran toda la autenticidad, o la mayor veracidad.
Nadie sabe lo que lo que por la cabeza de esa gente pasa, o si conocemos los lados periféricos hacer caso omiso. Hoy voy de azul, totalmente de azul, como si algo me arropase prefiero dejar las titubeantes llamas para cuestiones a resolver en el momento de la muerte. Me divertía mucho ver a unos y a otros, de diversas religiones intentando resolver mi alma para la eternidad o una reencarnación facilita, y en el momento preciso solventar mis dudas existenciales. Preguntar por el Absoluto, se me resolvieran esas cuestiones que llevan años recorcomiendome la madera de pinocho que hay en el fondo de mi cuerpecillo, carne de principito, venido a menos, con una rosa de papel guardad entre libros viejos, otra en mitad de una playa en mirando el mar, ninguna entre rejas.
Preguntar si se ponen pesados con el tema, por esas cuestiones al menos » que si el abuelo de Rosendo de verdad verdadosa se sacaba el ojo y lo limpiaba, pues era de cristal, o ese maldito chismoso volvió a mentir como era su costumbre», «Que si el cromo más difícil era el de Maqueda o, directamente no lo fabricaban», » Es verdad que la Lucia y su tía, tenían fiebre o fui el más tonto del baile, y danze con la escoba «. Estas cuestiones no habrán puertas a otros mundos, pero me quitaran el gusanillo, de unos años que recuerdo con colores ya amarillentos y cascados.
Yo no era viejo, pero mis dudas me golpeaban al cerebro pidiéndome sal y limón. Versos de mermelada. Besos sabor turrón.Seguramente se podrá realizar alguna pregunta al mas allá, aunque sea una y pequeñita. A mi personalmente me gustaría saber «¿Quien me pidió cita pá esto? » , por que al fin y al cabo yo no y he llamado, y si lo hice, no lo apunte bien, y es que para estas cosas soy muy dejado.
Si fuera jardinero me esperaría al otoño para podar, haber si con suerte se caen solas y al libre albedrio que yo no soy quien para avasallar.
Se apunto a un curso de fotografía y quería ser modelo, no hay manera de avanzar, se grita, chilla y destroza los sets de iluminación, su peor crítica es ella. Nunca coincide en dos sitios, siempre quiere discutir, y si no se niega la palabra, se balbucea. Encuentra quien la chille, su propia voz, héroes de teatro, estudiantes de la broma fácil. Tengo rasguños de la clase pasada, tampoco me quedan ganas de aprobar. Me salen escamas cuando esto sucede, me noto pez, que quiere volver al mar, hondo, sin pestañas, eléctrico y verde. Los cobres se me dan fatal, quiero tenerte cerca, a lo más profundo de mi lecho, a tocar lo más insondable de mis aguas. No quiero decir tu nombre, no vayan a pensar que es un chivatazo de última hora. Simplemente actuó como se me antoja, después de doce años y medio muerto, me traen un cafelito todos los días, con sus porritas y lo que se me antoja
No quiero decir tu nombre, no vayan a ver mi fallo. Lumbre en el barro, cigarrillos sin fuego.
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