Después de esta noche
He salido y me mira de forma perversa sabiendo lo que quiero que haga y lo que hace, no podía decir exactamente que vomitar pero si que no debe salir de ella misma. Mirada de costumbre inhóspita que lanza mientras te mira. Pausas en blanco, que quisiera te transmitiera algo, y consiguiera el efecto contrario. Vuelves la cara y te la vuelves a encontrar , fija. Hasta que no queda más remedio que preguntar que pretende a que lado se va mover la balanza. Todos los sitios son buenos para esconderse, mientras no miren dentro, y se siembre la idea de meta en la cabeza. El juego se transforma en todo eso que no queremos, lo no nos avisaron de jovencitos y averiguamos. Todo huele a sangre.
Efectivo el último día , la primera frase que encabeza tu dictado, que prestada tu confesión no es más que una burla constante, un conjunto de letras, una tras otra, sin importarle demasiado el sentido. Algún día alguien descubriría que cada una tenía un color diferente, para que tuviera sentido. No te interesa lo más mínimo las mentiras ripiosas que se cuentan. Hasta que el resto oye de verdad y, prefieres seguir con todo eso, y quien más y quien menos soportan la versión ( la tuya ) y no le quitan ganas. Lo único que queda es el silencio, la falta de espinas. Todo enclaustrado. Cerrado a presión de una esquina a otra. El tiempo quiere pensar, pero los segundos se lo cuentan los unos a los otros, hasta formar una historia verosimil, la que tu sabes, la verdad.
Nadie quiere que des cuenta de ella. Me vuelven a sangrar los oídos, una vez más. Te presto mi tiempo, una vez mas. Sentarse en frente y firmar. Cerradas a presión las ventanas. Quien quiere quedarse sin saber de ella. Habla. Di lo que ha sucedido. Habla de los timbres sonando al unisono, una persona al lado de la ventana intentando saltar, cantando su canción, sujeta por sus pensamientos, mirando al mar :
Ojos verdes los que tú tienes
como el trigo en primavera
ojos verdes tu mi niña
como la mar marinera
como cantan los delfines
y responden las sirenas
que no falte corazón
a llenarse luna llena ( Poesía de Daniel Arias Carayol Luque).
Y un cuchillo que sabe de gente y el resto de personas que no revelan de el, cada vez que el anterior la vio. Fue para terminar con la continuidad de las venas, sabe secretos, y nosotros intuimos. Tiene la puerta entre abierta, aprieta y tensa el cordel, 1,2,3. Ya van el cuarto que a partir de ahora no se levanta de su siesta. Mirame a los ojos. Por que no respira. Por que se baña vestida, siempre tienes la misma mania. Nunca vuelven con del agua con vida. 1, 2 , 3.Ya va calma, dentro de la misma pared. Allí se esconden, se desangran. Su mirada si despoblándose, poco a poco. No me mira, me evita, hasta que suena la aguja de nuevo, siempre la tome por buenas noticias. Ella sonríe, como antes sonreía. Comprendo, la pared húmeda, otra vuelta, otra tuerca, otra rodilla rota. A su manera se divierte, se mece en mi pecho, mientras se chupa el dedo. Que puedo hacer para que te duermas. Que le gusta tanto a mi niña, con que sonrie satisfecha.
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