En tu bañera

Tengo algo de sueño pero es lo normal en estos caso, y en mi también es lo natural no apartar la vista del café, fija, sin saber exactamente que miro, ni que me depara. Ahí quien lee los posos, yo me quedo ensimismado en los bordes, totalmente perdido. Amarrado con los pies rígidos, que intentan secar una humedad, que lo envuelve, como el sueño que empequeñece cada una de nuestras acciones, empapadas de un calor soporífero, de ese que promulgo leyes. En las que los duermevelas en contra de cualquier acción inmediata postergando todo, al momento que tengamos el agua al cuello y ni tengamos nada que decirnos, excepto que si de verdad quisiera hubiese puesto un pie detrás de mis ideas sacando tus besos de la guantera, al lado de una pistola sin balas.

Capaz solo de protegerme de los cobardes , de los muertos de miedo sin ideas. Los retorcidos como yo. No fuman, no beben y comen regaliz, son de los que atacan a la primera, para después mirar en la cartera que tipo de persona eres, y escribir en los márgenes que es lo que sucede, si es que ahí algo que añadir. Congelar, desmembrar, separar el cuerpo de las extremidades. O si acaso intentar despertarle , con algún cántico de alguna tribu perdida en alguna reserva, preparada para ver morir borracha en algún casino de su localidad a la gente del mundo que no termina de aceptar su estilo de vida.

Silbidos en mitad dela niebla,. Donde nadie se molesta en mirar atrás. Si te cogen los lobos no es para lamerme las palmas de las manos. Buscamos un ancla, el sitio ese tan especial donde nos dijeron que sabríamos a la primera que tan sublime nos parecería que dejaríamos a nuestras crías correr libres, y sin embargo la polucíon. No nos deja ver a los lados, las personas y hermanos que comparten con nosotros viaje, ilusiones y saciarnos con ellos  el hambre , buscando algo mejor que lo que nuestros ojos conocian. Sujetos por gomas como un juguete malo.

Un páramo mal soñado. Ropa que apenas nos vale. Nos dedicas tus labios y en verdad nos sentimos agradecidos . No nos paramos cuando vemos tu sombra aglomerada de cualquier sitio que pasaos, aunque halla sitios de pasadas, en cualquier lado, con un bolígrafo que dejaste de regalo, lo mejor que sabes que he visto, nunca te lo contare. Pude llevarte  de la mano pero no me llevaste, y robarte la impresión de tener la sensación de tener la oportunidad de agarrarlo tu misma. Cada farol tiene su propio lugar de donde  alumbrar. Todos tus secretos y la oportunidad de formar parte de ellos, ahora y siempre es tan abstracto, como una moneda antes de caer. Confiar en un filo largo que se arrastra en nuestras pieles.

No he parado en ningún momento, como un electrón que se choca con todo, una y otra vez, hasta conseguirse fundirse con otros y conseguir cosas maravillosas, es difícil y es lo único que eres capaz de hacer. Yo me funco y me parto por el núcleo, hasta que es imposible, muy improbable y aunque no quiera me parto una y otra vez, rebotando. Rebosandome la energía sobré mi ( por mi atómico que dijeran que es) . Juegos y marionetas. Todo se acerca despacio para intentar solucionar, lo que ahora somos en realidad. Tu te regocijas en un papel que te sabes y te va al pelo y, yo no paro de subirme coche o autobús, haciendo autostop.

Dueños de carreteras terciarias y perdidos cuando cualquiera quiere llegar a su destino. Nos conocemos de antes y eso podría salvar el viaje. Si no fuera por mi cara de culpable, si no fuera por que me quieres, por que es el último viaje de otra maleta  a la que sirvo de testigo una vez mas.