A la primera

Nunca acierta se queda sentada y llora, espera que algo le ocurra mientras llora, yo quisiera hacer algo, pero mientras ella me mira, llora. Es un pequeño circulo vicioso. Tarde o temprano encuentro algo que le hace reír, y con esto soy su especialista. Su pequeño payaso. Si hace falta imito a sus personajes preferidos de la televisión de cuando era más pequeña. Le digo cualquier tontería, e incluso imito los gags más antiguos del Gordo y el Flaco ( algo difícil contando que soy solo uno), pero es con lo que más me divierto en esta vida, a decir verdad.

Por ella llevaría la nariz de clown, el resto del día. En el momento que ella lo sugirió , aprendí a hacer animalitos de cerámica al frío con toda clase de formas. Si alguien se le rompe el corazón, yo se lo arreglo con una flor de cerámica al instante. Si ella quiere un perrito, pues yo sería el suyo, como lo quiera, fiel , faldero, corretón, como guste a la dama. Por ella movería el planeta sin palanca.

La recogí después de una prueba, quiere ascender, es abogada, pero pretende tener su propio bufete, y ninguna ñoñería, quiere representar a políticos y llevar temas que se me escapaban hace unos meses la terminología. Aunque he tardado en aprendérmela ( en la biblioteca me llevan el café a la mesa). Política Jurídica ( que dicho a sí suena a poco). He estado estudiando a cerca de ello, para tener conversación y poderla seguir el paso.

No en todos los sitios, son igual de comprensivos y quieren a alguien nuevo, y aunque halla ejercido, desean a alguien con más experiencia o más apellidos. A sí que esta tarde hemos venido a tomar un par de Coronitas, con su rodaja de limón y todo. Con su par de bailes y todas las ganas de acercarnos en exceso. Con su danza pegada y su frase de siempre «que haría sin ti, que eres mi mejor amigo, para todo, mi  koala» . A partir de eso puede quedarse pegada a mi otras 24 horas. » Pues claro que podemos hacer algo, que te parece si cambiamos de animal, que este que me dices es muy, pero que muy aburrido, y pasamos al tigre o al conejo, que por lo menos lo tienen más claro». Al menos se ha  reído. Que tenia una cara de funeraria toda la noche que me tenía partido. Como todas las noches que salimos, hemos terminado con una lata de cerveza de la china ambulante, en el parque cercano a su casa, y con la dichosa  rosa.

Esta noche esta demasiado desesperada, y en vez de deshojar la flor como una margarita, me ha pedido que me la lleve, que me quede con ella. La he cogido, con aire confuso y he subido a casa. -Por la mañana me llamo su madre, apareció en su habitación colgada, y  yo dormido con la rosa-. Al funeral no voy a ir. Me sentiría como un Prometeo, al que le comen una y otra vez el alma, un Romeo tonto, sin novia, sin ganas… que se lanza al vacío desde su ventana. .. Suena mi móvil, la chica tan amable de la biblioteca  pretende devolverme los libros que me deje la semana pasada