Previamente
Lo que me dices, no siempre se cumple, y sin embargo se de sobra que no es mentira. Metido en tu coche rojo, que avisa de tu temperamento. Aprietas el claxon con el vehículo parado, a los que te miran y los que rozan el vehículo como si eso fuera a rallarlo o estropearlo, o simplemente causarle algún estropicio por pequeño que sea.. Con las luces puestas, sin entender muy bien el por que, me esperas noche tras noche en el descampado cercano a mi casa. Por si me diera miedo, me dices. Hace tiempo que nadie se preocupaba de mi de esa manera ( un poco loca ). Caramelos de colores en el hueco del cambio de manos y nubes de caramelo en la guantera, podría ser el coche en el que Gretel huiría después de atropellar cientos de veces a la abuelita mala del cuento dejandola lisa como un billete de gominola.
No tengo muy claro para que escribo tus cartas de madrugada, aunque se de buena tinta, que alguna vez te colaste, a primera hora para leerlas, a pesar que no las mandase, que no tuvieran matasellos, que solo yo se cuales debías tomar en serio. Paradas impares de autobús, que terminan por coincidir, con alguna de metro, agujeros huecos llenos de gente, alcantarillas por las que no terminan de salir los insectos apestados, buscando sus propias víctimas algo que las vuelve a ellas mismas repugnantes, las da asco. Cloacas a rebosar de animalitos tiernos e infectos, ternura de esa que implica flacidez, una blandez que da asco, no la de los pucheritos de la princesas Disney, que quisieras comertelas a besos. Todo a medio terminar, en cuanto veo que has querido decidir por todos esos bichos que te recorren la mano. Se desahogan dejándose matar. Mirándose en las pupilas de su verdugo, el asco que les da ser tan peleles.
Cuadros en mitad de la calle, calentándose la pintura, volviéndose los rostros, los chorretones que eran en antaño, cuando eran pensados en la mente del artista, como un Dorian Gray disfrutando que en vez de vivir le a tocado vivir la peor parte, la de pudrirse en vida y reírse de su propio cuadro,sabe de el y se regocija y, entre óleo y óleo algo invertido en su insaciable aventura. Chivata, en vez de dibujar sus pecados limando la realidad, llamada a enseñar los pecados, simplemente deja ver su historia, por vergüenza ajena del retrato pintado. Duelen hasta las piernas. No hay nadie desdibujado, aunque apenas se sostenga en pie figura alguna, que se torne dentro del cuadro. Empieza a afligirse el torso, no hay nadie desdibujado, aunque a veces se sostenga la figura con dificultad dentro del cuadro. Mañana me cuentan que alguien fustigara la imagen, hasta quede borrada y apenas se han capaces de diferenciar las figuras y colores, se niegan a enseñar su rostro, a Dorian le aterra.
Tenía una buena historia, pero se enamoro y todo concluyo bien, algo que termino por fastidiar la historía, así que ahora ando sobre las piedras, con las piernas colgado, un duende viene a verme, al que le viene grande la vida. Me aterra a propósito, así que me encierro en mi local favorito y tomo carajillos, de lo que tenga más a mano el camarero, que no es buena persona, pero es un excelente camarero. Así que la media cuadra. Ahí quienes ni llegan a eso.
No soy malo en lo mio. Pero deseo tanto mal que hay días que al terminar, solo soy capaz de ver el telediario e ir al cementerio, para que cuadren los finales de mis historias. Si he de escribir algo, solo soy digno en los tanatorios. Pero he de comer y también hago fiestas de cumpleaños. Algún día también haré un reportaje. Largo y eviscerado.
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