Con el aliento en la nuca me resbalo
Todos reunidos en una sola habitación, mirándonos, desconcentrándonos unos a otros. Tampoco tiene demasiada importancia, tampoco parece una reunión del proyecto Manhattan pese a que el resultado a veces sea igual de dañino, aunque se maquille. La autodestrucción con daños colaterales a terceros, se podría decir que es la especialidad de la casa, con fotos movidas de gente en calma. Pudiéramos ser copias de cualquiera, pero no aburre hacer daño a fulano o a mengano, preferimos llevarlo al extremo opuesto, una diversión más. Ver al resto nadando entre la parcas del retiro, quietos por el frío, bajo la luz de un amanecer incierto, en mitad del invierno que no se decide pero que no le queda más remedio que claudicar.
Cuadros para turistas que no van a volver más. Recuerdos lo menos fidedignos a la verdad posibles, para poder edulcorados a nuestra manera con los años. Bolígrafos agotados, con la intención de presumir de nuestras fuerzas intentando que el tiempo no se comiera la relación con nosotros mismos y, que no dudamos en sabotear,perdiéndolos en casas que esconden fumaderos de opio y parques temáticos de fantasías que revierten a las llamadas personas normales y las sacuden la cabeza para poder saciar sus apetitos sexuales, que les recorren por todo el cuerpo ( un cuarto oscuro más lejos que la noche. Debatirse contra la nada, vestido de cura, hasta que vi tu dinero manchado de sangre y curas de sanatorio de guerra, desconocidas divisas de monopoli, que ignora quien eres cuando te pones el traje de alcahuete de cómic. Comadre de tres al cuarto, de sentidos temblorosos.Manos y pupilas hilarantes, el iris tiritando, fuera de si.