Carritos de bebes vacios
Las cabinas ya no funcionan, son un mero trámite con el pasado. Parecidos a perdonar deudas a un amigo, o no recordar a tu madre que dejaría el tabaco, mientras te pide de regalo de reyes una pitillera. Hay que hacer una tregua, no puede hacer uno tirar de gatillo a la primera por que no se lo perdonaría ni al mirarse en el espejo. Ante de ayer , me mandaron las mejores las mejores ofertas del gimnasio, algo con lo que suelo encender la chimenea ( y no es pecado mortal. Después me recalenté la cena ( espagueti ) en la mismas cazuelas que me regalo el banco al que le debo unas cuantas cuotas de la hipoteca ( y no pago hasta el último día aunque no sea más que por justicia poética ). Tienen la manía de declararnos la guerra antes de que uno firme sus intenciones.
A pesar de que parezca un acto vandálico o peligroso, pienso dejar que rebosen en mi buzón, y dejar que vengan a la puerta a cobrar. Y si para ser sincero, eso jamas se lo haría a mi panadera Eloisa ni a Joaquín el del bar.
LLeva días encerrada en el baño. No sale, no come y, su acto más común es sentarse en la taza y mirarse mientras se tortura, se me extraña y, cuando soy yo quien la mira y no la entiende, el que se siente difuso. No se auntoinflinge heridas. No me paran de preguntar la médico, la psiquiatra, la enfermera. A decir verdad cualquier persona del Hospital o del clínico. Desde la más alta instancia a la señora de la limpieza. El único que la trata con normalidad es el ciego de la puerta. Su teoría no va más allá que si su labrador ( que se llama Labrador) no se inmuta ni pone inconveniente, en que debe ser buena persona, no debe de ser tan extraña , ni mala como los demás la pintan. Precisamente el no era quien fuera a poner pegas por sus pintas.
El se llama Salvador y nunca le han gustado los perros, ni los animales en general, en viejo y una enfermedad le dejo así a la edad de 8 años, por lo que algunas cosas ( según el ) recuerda como era. Si no le gustan los animalillos es por que no hablan y, precisamente así es como el se defiende y, divierte en la vida. Le han encasquetado un perro grande y blanco de nombre. Le puso de nombre » Labrador » por lo visto es la «marca» , que es según el, la lógica pues a un «Lamborghini» se le llama «Lamborghini» y no Pedro. Poco a poco le esta cogiendo gustillo a esto de compartir vida con nuevo inquilino.
Lo del cariño fue a la primera, aunque no es muy difícil a alguien que te lleva las zapatillas a la cama y, por la mañana te indica donde esta el café y los dulces. Cuando no anda en la puerta del Hospital , se aposta en la acera de enfrente al lado de la cabina, alla a Labrador le da la sombra, y no sufre todo el verano. Ya carga con uno, no es cuestión de hacerle martír. Tarde o temprano todos cojen un numero o saludan a Labrador, sin prisas, mañana por la mañana, otro verano o al otoño que ya es casi.