Tenazas
Te reconozco a pesar que cambies de voz y, me susurres al oído las mas mismas palabras. Se que cambias, tu humor cambia es diferente según la hora del día y, quien venga a verte. Lánguida, con un poco de sangre en las manos dejando que la sangre pregunte, sombras sin respuestas. Sin reposición posible . Todos los accidentes están calculados y aunque vuelva a mi postura normal se que en mitad de la garganta , en el recuerdo, algo se queda, con el alma de una impostura en blanco y negro. Una frase tuvo que ser escrita ya días . Una nube que se que me ha perdido, e intentando encontrar todo lo lejano, hasta darme cuenta que tu vives en una zona más virtual.
La mía más húmeda se queda entre los dedos más mojada abriendo pequeñas heridas que no van a ningún lado dicen, mientras el escozor les hace llevarse las manos a la boca , agrietando un poco más la sus llagas. Las horas son goteos de momentos que se niegan a pausar , todos directos , delante de nuestras caras negándose a darnos la mínima tregua.
Impactos secos de uno en uno, que van haciendo mella. Un desgaste deshonesto que tarde o temprano pasa factura a terceros. Nadie piensa pagar por nosotros. Noto como un cable nos cruza la cabeza y nos me explica como consiguieron que tu aceptaras ningún tipo de acuerto, excepto el de tus muñecas atadas y, tus piernas abiertas llenas de agua y sal. Los conductores no preguntan se limitan a dejar pasar los pensamientos de la soledad. Note de repente algo, y no era más que un salpullido de tu histrionica voz, irritante que pretendía llevar la razón a la par que la electricidad te cruzaba de lado a lado.
La invertida era algo que no se perdía de un día para otro y los resultados de este pequeño electroshock casero iba a ser el delirium tremens de los cuentos infantiles. Copias de telediarios incendiarios, mezcla de imágenes para imberbes infantiles y leyendas urbanas que solo creían adolescentes paradementes y tu misma. Me notaba gotear la saliva por la camiseta y los pantalones. Recordando todo lo que no podía suceder.
Todo lo que creíamos que llegaría a u buen puerto y termino deshecho, encima de la alfombra el segundo día , bajo las risas de aquellos que no los quedaba más remedio que vivir con los pies atados mientras que con las manos meneaban globos al paso del primer mendigo o presidente que acababa de cumplir sus primeros 5 minutos de gloria, aunque el no lo supiera. Vuelta a un lugar sin luces, a peinar a una muñeca que no volvería a sonreír , ni podría recordar una fama que no terminara en el baño de cualquier bar.