Empece con la puerta de salida
Todo comenzó con lo que tenía, parecía fácil al contarlo, si no fuera por que pagamos al contado. Dentro y fuera , por si acaso a nadie se le ocurrió que alguien pudiera ser inocente, así que quedarnos en medio, con la cara en busca de cualquier sitio que supusiera un atenuante o una entrada de aire cualquier lugar por el que salir. Dejar en paso ,cualquier opción que nos uniera con ese lugar. Tus letras , cada una de tus cartas los sitios por los que te paseas.
Vale cuadra, son momentos impares, cada uno podría guardarse un una caja oscura , y todos terminar por escaparse, un rincon con miedo, temblando con los ojos sombríos todo en la oscuridad podría decir que ansia algún tipo de luz, hasta que te conocí. Tuve que admitir., que lo que ansia la oscuridad es huir de ti. Que no se sepa que nunca te conocio, que existe algo mas y nunca estuvo a esa altura en la que tuvo que cruzar alguna palabra contigo.
A drede, siempre en un estado de alerta que apenas se conoce. Suenan campanilla en la cabeza de cada uno, una fantasía que se repite con tal que cada uno pueda salir de su cubículo y uno siempre se lo imagina desde arriba, Uno siempre se lo imagina desde arriba imposible desde arriba desde donde caen gotas frias, buscando algo , alguien que caliente sus gélidos pensamientos, su verdadera naturaleza. En lo que nadie cree. Estoy en un punto ciego de la naturaleza. Ese punto en el que ella misma no cree que exista. Te mira a la cara y prefiere dejar su nombre para otro tipo de creencia.
Los dedos rotos hacia afuera, sin terminar de aceptar todo lo que veo escrito en los últimos minutos, voces dulces que no cesan. Algún tipo de príncipe de Persia y, apenas tres líneas después se aterrorizaran a los mismos escribanos de los Libros de los Muertos. Me parto las cejas, en busca de alguna explicación. No quisiera ser yo es que estuviera cerca cuando aceptaran que ni siquiera la encuentran. Por cada 5 centimos nuestros habría que devolver 8. Todo se vuelve en contra. Las mismas preguntas cuando tratan de sacarnos la piel, para hacer lamparas .Viejas leyendas.
Con ellas escribir en el cielo con signos morse que indicaran donde ir, donde se quedo ciego el último pirata que vino hacer estraperlo. Las manos rotas, los dedos partidos. Nos soy capas de concebir en estos momentos lo que estas pensando, por eso te quiero y me expongo. Tengo ganas que signifique algo tu aliento, oír tus respiraciones, y la forma en que corta los instantes en que no estamos juntos. Encuentro inútil el tiempo y no puedo evitar rescatarlo ponerlo en fila y jugarmelo a los dados, perder esta decrepitud de tu mano.