De pachucho a muerto
Toda la tarde en el mismo café mientras apuraba bebida tras bebida. Empezó por el vodka y fue tiñendo poco a poco sus alcoholes, paso por el champan al tequila, al ron, tonteo con el whisky y ahora en su etapa más beoda tonteaba con el bourbon como si fuera un hermano al que no visitaba hacia siglos. Este cariñoso se dejaba querer mientras mi compañera caía sobre la barra diciendo frases inconexas sobre las que había más verdad de las que a mi había sido capaz de confesarme en 15 años de amistad, pero debía entenderla.La prohibieron la bebida los últimos años por una enfermedad que ni siquiera tenía. Lo único que la aquejaba era un mal doctor, en un peor diagnostico que la traía por la calle de la amargura desde que los conoció.
Que le apretaban un poco los zapatos, pues la querida eminencia enseguida dictaminaba que la enfermedad era gota. Y la tenia a dieta durante un mes. Por no entrar en la verborrea que no le quedaba otra que aguantar por los excesos cometidos en esta vida, todo solucionable con un par de zapatos nuevos. Toda una eminencia. Mi amiga tal vez no se moría de primeras pero lo terminaría matando, todo el mundo deseaba saber de su herencia y, ya la miraban con mal fario, como deseándole esta. Cada uno con las manos más sudadas que el resto de frotarselas, intentando agarrar lo poquito que se pudiera olvidar el otro y si un golpe de fortuna se recolectaba alguna cosilla de más pues eso que se llevaba el cuerpo.
Vivo estaba entorpeciendo a la familia que ya se había repartido los bienes y hecho planes de futuro y, había dado a entender en el panegírico que se la quisiera, se la adorase pero viva se estaba convirtiendo en un pequeño estorbo que impedía que cada uno realizara sus planes tal y como tenían pensados desde el día que la vieron pachucha y el médico diera un diagnóstico menos acertado que quemar a Hypatia o los libros por la inquisición.
Siguio pensando en ti, aunque lleve tantos años casados que ambos perdamos la cuenta incapaces de hacer algo de una forma recta en esta situación , se lo que quiere decir aunque se muerda los labios y ya no se como explicarle que llevas conmigo más de 8 años, te da por perdida. No soy hombre de grandes palabras. Desde que no te volví a ver he estado a punto de cometer locuras que se acumulan. Un día estuve toda la noche sacándole las diversas vías al tren obsesionado con su/mi propia muerte si mereciera el cielo allí te encontraría. Como explicar que cuando volviste te quedaste debajo de mi ala, siendo la persona que dibuja en mi vida. La que ejecuta la línea de puntos hasta dar sentido al dibujo que es mi propia caricatura.
Ya no creo en nada y si mantengo la cordura y a mi familia, es por su coraje recto. Es capaz de lo que sea para demostrarse a si mismo y a lo que podría ser mi sombra por si algún día asoma la mirada, que ella es una mujer y lo que en realidad tiene es un alma torcida de cargar con ello, fustigada de no encontrar paz, de no dejar que los demás de den tregua. Quizas la confundan al aceptar su muerte, la vean perlas en las venas. La vida se hace gramo tras gramo cuesta arriba.
Un comentario en “”