Todo excesivamente blanco, pulcro. Sin un anonimato definido, se queda en las manos impregnado. Nadie se nos separa del cuerpo y todavía nos preguntamos donde esta lo que nos diferencia los unos de los otros. De vez en cuando con un poco de suerte somos capaces de divisar algún que otro punto negro que nos convence a seguir, a sabiendas que no es lo más obsceno que hemos visto en nuestras vidas. Pero al menos es algo diferente. Con un miedo implícito, que nuestras vidas cambien para siempre.  ¿Que perdemos con el contacto de lo conocido?. Amen.

Ya es hora que gire lo estático, que se muevan las marcas en los libros. No solo las fotografías nos definen. Hay comentarios a pie de página que necesitan reescribirse de una vez por todas. Y seremos nosotros mismos quienes cincelaremos el futuros a golpes si hace falta. Sabiduría popular y caídas en el espacio-tiempo, es lo único que nos define. Lo que conocemos y a raíz de ello haremos pasillos nuevos. Torpes pero un pie detrás del otro. Sin una opinión que no este consolidada. Dejando los cables sueltos para auto inflingirnos descargas. Un nuevo punto de vista. Cada tarde.

Las mañanas ocupadas en gandulear y ver las salidas del sol mientras cantamos tranquilamente. Una forma más de rozarnos unos con otros. La imagen estática que sigue pretendiendo embaucarnos y hacernos creer que se mueve se mueve de un punto a otro. Te oigo con algo en la mano, un presente un día y al otro fuego, el que me podría abrasar. Terminar así con el mundo que conocemos. Tampoco me libro. Hay quien quiere hacer de mi cenizas y no los culpo. Hay que saber que en este mundo nuevo sobramos todos. Nadie se ha ganado el puesto. No llegamos a un acuerdo de ninguna forma.

Me quedo dormido sobre mi cama de punta de espinas y me levanto lleno de agujeros, de otra forma no sería posible el encandilar a la serpiente que llevo dentro. Atolondrar a mi propio veneno. No logro responder a tanta pregunta, solo. Tan solo se que nos queda que nos queda bastante menos de lo que hubiésemos deseado, gracias a nosotros mismos, que hemos hecho méritos. Mientras quejan los animales y se secan los ríos, llenos de ahogados. Miro entre los barrotes rotos y empiezo a entender que no soy un preso.

Que soy yo mismo quien se pone los límites, y corro raudo, sin ningún tipo de miedo. A intentar avisar a cada uno de nosotros, que las puertas de atrás están abiertas , que lo único que exige la libertas es la responsabilidad de esta.