La semana bastante larga. No era capaz de diferenciar un día de otro, podía medir las horas en segundos de sueño. Trozos de irrealidad que seguían los unos a los otros. En ocasiones ineficaz al diferenciar los pequeños extractos de mentiras que en diversos tiempos me hacían feliz a pesar de sacarme de mi realidad. Necesitaba de alguien que me empujara, fuera de lo verídico y lo ficticio. Por lo que fuera, con tal de salir de los límites del ring en el que me encontraba con la sinceridad.
Nada se podía escapar y por esos supongo que lo hacía, quedándome en paños menores delante de mi propia figura poco más extraño de lo que era habitualmente. Bebidas de colores y yo satisfecho mientras comprobaba que realidad y ficción se encrucijada para dejarme totalmente obsoleto y debía de dar explicaciones a mis mismos actos. Una noche muerta, y seres atosigados. El cuerpo sin una temperatura determinada y las obligaciones cerrándome la garganta. Otro día que debía de volver a empezar. No soy capaz de controlar el tiempo que paso debajo de ese sopor que me desvele quien soy en realidad.
Más puntos y apartes en mi vida, con la extraña convicción que todo se arreglaría un buen día. A pesar de intentar echarlo a perder un día tras otro. Pero con el objetivo fijo de terminar encima de una balsa de madera después del naufragio. Nada me impedirá ir hacia la playa a salvarme a última hora. Con todos mis canales en funcionamiento y sabiendo que al fin y al cabo puede ser que me esperes en sitio seguro. Se me esta partiendo el pecho por un lugar que no corresponde al centro matemático. Deja escapar toda mi bilis y posibilidades de sobrevivir a la tormenta.
A pesar de ello no me dejo caer. Me estoy tomando muy en serio esto de estar contigo de por vida. Sobrevivir de cualquier forma o manera, aunque tuviera que reencarnarme en nenúfar , al menos así flotaría después del monzón. Y viviría en cualquier esquina del patio cercano a tu casa. Lagos con más leyendas que muertos. Vuelvo, siempre lo hago, y busco la forma en que no te separes de mi. Ni siquiera lo necesario. No existe la probabilidad de quemarnos por separado, en un infierno tosco y sin juicio alguno. Por besos, ultimas pertenencias. Lejos del fracaso. Unidos en un mismo dictamen. Para una cercana eternidad.
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