Paraísos en los que tan solo creo yo. Correr hacia la luz. Sin saber lo correcto. Apareciste de la nada. Me reflejo en los espejos que ya no creen en nada. Que viven de aquello no merece ser tan distinto en todos los años que llevan mendigan a los astros un trozo de papel albal como una hermana. Pedazos de amianto que me ahogan. Sin respirar me puedo pasar el resto del año. Con una apnea en la que soñar junto a la desesperación de no volverte a ver. Con los sentidos tintados. Percibiendo saltos que me recuerden que soy el resto de una fiesta que quedo clausurada.
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