Discos en la ciénaga. Y yo enfermo entre botellas de agua. Siento frío y me arropo. Me tapo con el tiempo que en medio se nos queda. Ahogado entre frases que no he dicho y la mañana. Me pierdo y a gusto me quedo sin ningún Norte que me indique el camino de vuelta. Vuelvo a beber en mi taza. Opaca y antigua. Para que no sepas adivinar el contenido. Los renglones torcidos me recuerdan a otros tiempos pasados. La mayoría peores, pero en la cara aún tenían esa mueca de esperanza, por que algo saliese mejor.
Un comentario en “Días partidos”