Existen miles de cuentos, y en ellos viven hadas, cíclopes, lobos además de animalillos de tinte esperpéntico. También se posa la luna. Normalmente a visitar a cualquier forma de vida que crea tener consciencia. Ella no es menos a la hora de cambiar de forma tal y como caprichosamente gusta, y aunque parezca matemática pura, y le falten unos centímetros por cada lado según los días correspondan todo se debe a algún tipo de algoritmo mágico. Tiene su propio sentido. Sabe donde aparecer y como. Donde esconde y amamanta a sus crías. Y la falta de vida, de donde recoger cada ser.
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