Mes: agosto 2018
Respuestas solas
Amanece y me hago las mismas preguntas que se diluyen como en un gotero durante la mañana. No tengo ningún tipo de respuestas. Es un perro que muerde y no quiere soltar la presa. Se oscurece el día y yo sigo mi camino que se ha convertido en caer en cualquier sitio y perder la conciencia. Pasillos que se estrechan y parecen no tener final. Puertas a los lados que dan a una falsa salida que es mi vida. Empiezo de nuevo y me equivoco, pero no queda más remedio que dar un paso adelante hacia cualquier lado a pesar de las imperfecciones. Sin ninguna intención de volver hacia atrás.
Nos contamos mil mentiras que nos hacen recobrar el pulso, y seguir hacia la luz. Una vez empiezas no hay manera de terminar. Caminar paso a paso hacia la decadencia. Ver de lejos las flores del velorio y en medio entretenerse deshojando margaritas. Nadie puede hacernos creer en nado pero mantenemos la fe. Nos desangramos a cada instante así que mantenemos la esperanza de que algo bueno nos aguarda en cada esquina. Que desastre se nos avecina, es casi imposible saberlo pero casi siempre lo vemos venir. La desgracia se cierne sobre nosotros como si fuera el único parte meteorológico que somos capaces de presagiar. Las mentiras que nos contamos para aguantar un día más.
Nos hundimos un poquito más. Amargo sabor en la boca cuando sabemos de sobra la triste realidad. Pisamos el acelerador y perdemos la vida en todas y cada una de las autopistas que nos rondan. Vago sin ningún tipo de norte, y doy vueltas de campana para encontrarme. Otra vez que me pierdo. Comparo mis heridas con la de los demás y no logro entender por que me duele tanto. Me lloran los ojos y soy incapaz de enfocar mi triste presente. La soledad me hace eco y se sonríe. Con los alfileres clavados a la altura del corazón no tengo tiempo de quejarme y me imagino que no me queda ningún derecho. Acuerdos que hice demasiado viejo y me pasan factura ahora que juego como un querubín pasado de fecha.
La culpa que asumo no me va a salvar, así que me curo con pastillas de dudosa procedencia. Espero que algún día todo esto te parezca bien. Me muevo a base de empujones que me van dando, y no puedo evitar me lanzen a hacer las cosas que hago, a pesar que todas sean pecado. Me apredí mal los mandamientos, y ellos no se interesan por mi. Vivo en un dscuento permanente al borde de el final, que tarda en llegar pero que amenaza con dejarnos a medias. y en la vida que por ahora nos suscrive se sonrie desoslayo sabiendo que en cualquier momento dejara caer la guadaña. Los angelitos miran para otro lado.
Redimirnos a través de sustancias ilícitas que nos van cambiando por dentro. Cicatrices sin sacramentos. Los guardias de asalto a mi propio castillo de naipes trucados me hacen burla y no puedo que menos que enseñarles el culo. Todo se ralentiza, y no queda hueco para nada más y me ahogo. Me imagino que nada mejora y siempre salen nones. Ahora hago trampas y espero a que vengas tu. La única esperanza de salvarme de la multitud, a volvernos del revés, a ser solo tu y yo, otra vez.
Maletas
¿Donde se agarran los sueños que no se cumplen?. Se nos caen como paredes que nos aplastan. Los recuerdos en el paladar exprimiéndose contra el presente. Hay sabores que nunca deberíamos experimentar. Tintinean en nuestras orejas los sonidos del pasado. Invernaderos de lo pretérito. Me arrastro y me resulta difícil de distinguir lo que quiero de lo que puedo. No quedan lágrimas para lo ocurrido. Pierdo todas las veces contra mí. Tengo el pelo sucio y retumban contra mis oídos las viejas palabras ya gastadas que nos dijimos. Ya nada importa. Todo se repite de la misma forma, hasta que nos quedamos en la postura fetal que nos vio nacer y llorar.