Todo se tiñe

Esposado al suelo, mirando al cielo como algo nuevo. Debo de empezar y no se por donde. Siempre pegado al piso, sin ser capaz de realizar mis obligaciones. Me doblo y me duelo, nada puede conmigo. Con mis ganas de rebozarme contra la mierda que se encuentra a mi alrededor de mi. Debería de luchar para salir pero se revuelve dentro mio, no me deja reaccionar. Las manchas en mi cuerpo no paran de oler, deben de ser las heces y la sangre que no paran de brotar por todos los orificios. Se estrecha el corazón y no deja esperanza pasar. Algo se nos mueve en el interior.

Apenas veo la luz, y me ciegan mis propias decisiones. Ninguna tuvo que ser demasiado buena para verme aquí tirado. Suena el eco, y me deja ver que es imposible encontrar a nadie. Deben ser ya muchos los días que permanezco aislado. Con un cielo de tormenta que se niega a aliviarme las heridas, tan solo deja traspasar el frío. Oigo algún que otro coche aislado cada tanto, todos parecen que vienen a terminar lo que un día empezó, pero debe ser que no merezco ni siquiera mi ultimatum. Todo se tiñe de negro.

Las luces dejan con su tintine entrever lo que ya sabía. Empiezo a tener prisa. Cada vez que abro la boca es para hablar conmigo mismo, y echarme en cara que no estas. Si me dejara morirme aquí no me lo perdonaría nunca. Así que converso con las moscas que entran y salen de esta especie de celda. Aún recuerdo como fumaba por las esquinas y me regañabas por ello, al fin y al cabo parece que no sera esa la razón que acabe con mi persona. Ya no deambulo por los callejones oscuros buscando y encontrando problemas que me hicieran sentir algo grande, y asomarme a la perdición. Tengo obligaciones que cumplir y esto me hace mantenerme despierto. ¡Que se le va hacer!. Me acarician las canciones antiguas y me ponen en contacto.

Los carteles anunciaban otras atracciones pero son estas las que nos han tocado vivir. Flores en mitad de un balcón que adornan un amor. Todo parece que se vaya a olvidar. No me queda más que negarme a eso. Me tiembla el cuerpo, y se me empiezan a descoser los puntos que el tiempo me fue dando. Tirado, sin una sola oportunidad. Parece que todo se acabe. No puedo permitírmelo. Todo se finiquita. Así que doy de nuevo un paso adelante y pronuncio tu nombre. No caigo, ni caeré. Me hincho y salgo como un relámpago para volver a verte.

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