Prestado hasta el nombre
Tullidos y descerebrados en la planta baja, se dejaba ver por allí y lo último que pedía era dinero, en verdad les solía interesar en primer termino intimidar ( no dar pena, sino asco y miedo) el dinero lo tenían asegurado por el dueño de dueño del hotel y el hospital que les aseguraban la mesada simplemente por no estar allí. De vez en cuando incumplían esto para recordales que era mejor que se les pagara y que no eran insaciables. Algunos menos nocivos obtaban por hacer el payaso, aunque otros eran partidarios de sembrar ese pánico invisible que hacía que la gente se marchara, prefiriéndose irse. Aunque siempre había algún valentón que les presentaba frente, para deleite de alguna dama de 0 a 99 años.
Una niña pícara que azotaba y ella misma azotaba a algún mendigo profesional mientras lo insultaba, o alguna vieja rebenida que en realidad, tenida envidia de su lozanía, de la que se podía adivinar en los ojos de algunas de mujeres, que mancas, cojas o sordas tenían en un solo ojo mucha más alegría al mirar, que ellas en toda la vida. Solo se goza de amor so por dentro le pica a uno la abejita, decía la abejita, y si esto es así, esto se lleva por dentro y , era lo que más batalla hacían que se suscitasen entre palcos. En verdad, unos por que si, otros por molestar y otros por envidia ( dinero, amor, juventud o lo que fuera), pero tarde, cada 15 minutos, tenían los resentimientos, la mesa puesta. Marte, dios de la guerra a degüello, allí tenia para rato, horas extra. No eran días de poesía. Tan solo de batallas, insultos, soldados heridos y derrotados.
Dentro de una mesa de operaciones me aprendí mi nombre, hasta aquel día no empece a distinguir, letras y números. Hasta aquel momento nunca pude conseguir una buena o pasar sin comer durante 3 o 4 días. Empecé a decir verdad y a ordenar lo que quería decir, a ordenar , cada sílaba para pronunciarte, y así conseguir cualquier cosa, que para mi era verte. A sacar de cualquier lado esperanza. En este sitio, en este barrio, donde nosotros habíamos sacado los dientes desde chicos. No había nada que lo adulzara, si no te daba luego para una buena paja,nada más sincero, si te decía la verdad.
Solo me movía por amor o por dinero, y el dinero movía mi amor, y no quería pringar a nadie ( mentira), pero mi amor como el de la mayoría de la gente que conocía se movía por los beneficios que solían traer después, e es que no se donde se puede ver el cariño, si no tiene nombres compuestos detrás ( martín-martín ) o grandes montantes. Si me quieres arreglarme la vida. Es bastante fácil adivinar mi plano. Los besos me gustan y me dan placer aun, pero sellados con lacre.
Que nada se lleve el viento como el humo, y todo lo que se diga se pueda llevar una mala ráfaga. Me llamas, me dices y el día que quieras opinar te pido un favor que te quedes como el resto de nosotros 3 o 4 días a pan y una lata de Coca-Cola ( te permito marcas) . Al cuarto decidiras si prefieres beso o puchero, si eres valiente te reto, y al sexto te reto, paliza o la misma dieta ( para que veas que soy un angelito, te aumento 2 pedazos de pan ). De verdad, ¿crees que sobrevivirás con el cariño de padre?, si te salto la boca. A quien esperas despierto, a tu amor o es que,¿ aun no tienes tormento?.
A todos los que a pesar de todo, siguen adelante, sin mirar atrás, valientes, sin buscar culpables, luchando…por supuesto a «Tony».