Cansado, perdido y pasando frío
El último extracto de la cuenta no tiene nombre, tan solo números da igual quien la usara. Se mueven en un sentido y en otro. De una forma peculiar que pueden dar paso a una cierta locura a los más avariciosos. No es una condena, pero ella no para de observarla. Es como una sirenita de la cual se sabe que volverá al océano para llorar y, canta a los marineros sin otro consuelo que el tiempo, que zigzaguea por las mentes ajenas. Cada segundo suena como gotas del mismo mar, sin el más mínimo poder,. ni siquiera se notan las lágrimas en la cara de la moneda de las penas.
Un vaso vacío, una historia nueva que se escribe en el aire, no tiene tiempo para el papel. Corre y me explica de vez en cuando donde y, por que se encuentra a tal lado. Sigo sin entender los golpes que nos damos contra las manecillas del reloj y me dejo en me dejo de tus labios. Seguramente la decisión errónea. Cuando todo flota, caigo y soy incapaz de mantenerme a flote. Noto la ingravidez y, todo menos mi cuerpo se somete a la verdadera opción. No me queda más remedio que remendar mis anteriores culpas.
Expoliarme de la vida, nadar en el agua helada a contracorriente como un pez kio y, reconocer que lo único que me importa son tus besos. Moverme a prueba y, desasosegarme con el viento, aprovercharme del silencio, para rellenarlo con tu nombre. Varías veces y, que en mi cabeza resuene, aunque parezca imposible, poder dejar espacios para poderlo repetir, dejar pasar el calor.
Algo de luz que empieza a alumbrarnos los pies. Todo aquellos que creíamos que era de vuelta y nos queda como comienzo. Lo servía frío y, mantenía todo sin siquiera «esperanza» no se, las letras no siempre tienen el mismo significado, de un lapicero a un bolígrafo y, de allí a una pluma que la gusta escribir en las esquinas. En algún momento encontramos nuestro sitio. Pero hoy con otra temperatura, con un calor despierto que me permite abrazarte y, el día termina sin ningún lamento amargo. Puede que el día al fin y al cabo sean de esos que merezcan la pena.
El camino no es siempre como nos esperamos. En ocasiones me imagino que nadie conoce lo que se dice que es lo bueno. Si te encuentro, no me dejes nunca que te escriba un punto y final, quiero fantasear con un principio. Más o menos largo. La ternura fue tenue . Algo termino con nosotros, tenía nuestros sentimientos sentados al lado y, les preguntaba bajo arresto antes que decidiéramos movernos.
Ahora te tendré en cuenta, se me rompieron las uñas de rasgar contra los laterales de esta lápida de madera seca, con dibujos satánicos a los lados y, números esperpénticos. Ahora cada vez que cojo impulso, por mucho que me quiera encontrar cansado o maldito,estoy a tu lado, lleno de luz sin cansancio , sin frío, sin más hambre que de tus manos.